
La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones.
Es un hecho que nuestro país se ha convertido en un ejemplo para América Latina y para algunos más, basta con teclear en google lo siguiente: "Uruguay ejemplo para América Latina" y aparecerán varios artículos de diarios, revistas y organizaciones de prestigio mundial refriéndose al tema; por lo tanto, no tenga dudas en cuanto a eso, pero, realmente Uruguay es un ejemplo, un modelo, un prototipo para que nos sigan; ¿Dónde estamos parados? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál será el resultado en un futuro? ¿Qué habrá al final del camino?
Jehová hace nulo el consejo de las naciones; y frustra las maquinaciones de los pueblos; el consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones; bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí. La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones ciertamente hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte, todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Dios pesa los espíritus.
La iglesia como cuerpo o de forma personal individual tiene un ejemplo que sobrepasa todo lo humano o bien podemos decir que está más allá de lo terrenal, pero que se hace terrenal a través del conocimiento revelado por Dios a aquellos que le aman para vivir en esta tierra ya que de otra forma no podríamos ser llamados a ser imitadores de Dios como hijos amados y Pablo apóstol de Jesucristo nos exhorta a ser imitadores de él, así como él lo es de Cristo Anoto esto más que nada pensando en aquellos "Cristianos" que han levantado sus voces para ponerse al lado de los ciudadanos ejemplares del mundo que impulsan cosas que van contra el carácter de Dios revelado o dado a conocer a través de las sagradas escrituras.
La iglesia es un pueblo, una sociedad totalmente diferente, alguien dijo: la iglesia es un Reino (Reino de los Cielos), dentro de otro reino (El mundo), lo que convierte al creyente en un embajador del Reino de los Cielos, en el reino de la tierra. Un embajador es una persona que representa un país dentro de otro país, la residencia que utiliza el embajador, es una embajada, el acuerdo entre ambos países está apoyado por diferentes tratados internacionales y una vez que haya acuerdo bilateral entre los países la embajada tendrá un estatus extraterritorial, rigiéndose, gobernándose, administrándose por la legislatura de su propio país.
La embajada de Uruguay en Argentina se rige por las leyes uruguayas, la embajada de España en Uruguay se rige por las leyes españolas, y el país en que están instaladas las diferentes embajadas garantiza la seguridad y la libertad de dichos ejercicios, violar los derechos de una embajada es prácticamente una declaración de guerra.
Los embajadores del Reino de los cielos no tienen un acuerdo bilateral con el reino de la tierra, sin embargo, todo embajador celestial debe de permanecer en las leyes dadas por Dios el Padre, pero, a la vez, el embajador del cielo no entra en una guerra con los gobernantes terrenales como consecuencias de que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por otro lado tenemos la exhortación del cielo a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios
Mateo 22:21

La política pertenece al reino del César o al Reino de Dios? Nosotros los cristianos que pertenecemos al Reino de los Cielos, estamos en la tierra, pero no somos de la tierra, como tampoco nuestro Señor y Salvador perteneció a la tierr¿a, Jesús dijo: "Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí"
No hay dudas Jesús lo ha dicho el Reino de Dios, el reino de los cielos está entre nosotros, en cualquier lugar que esté un creyente, está presente el Reino de Dios, porque a nuestro Padre le ha placido darnos el reino; tenemos una ciudadanía, una ciudadanía que está en los cielos, de donde también esperamos a nuestro Salvador y Señor Jesucristo, hemos recibido un reino una ciudadanía imperecedera, indestructible que permanecerá para siempre como Jesús lo dijera de la siguiente manera: yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella
Partamos de la deducción, de la condición, de la premisa espiritual de que ningún ser humano puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro, consideremos muy seriamente la posibilidad de que el mundo nos aborrezca, ya ha aborrecido a su propio creador cuando camino en él; Jesús dijo: Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
Por lo tanto no somos embajadores que están en este mundo con un acuerdo bilateral, el mundo nos aborrece, es un territorio hostil, gobernado de alguna forma por el pecado y el príncipe de este siglo, no existe una legislación intercelestial o internacional que nos ampare y nos proteja, no estamos para negociar con el mundo de acuerdo a sus reglas y propósitos, no estamos para producir ganancias económicas para el Reino de Dios, mía es la plata, mío es el oro ha dicho Dios, somos embajadores, somos testigos de Dios, con el propósito de compartir las buenas nuevas de salvación, llenos de poder de lo alto, para que todo aquel que crea en el mensaje del Padre sea arrebatado de las tinieblas, para el Reino de Dios.
Antes no éramos luz, pero ahora lo somos, antes de conocer a Cristo caminábamos, vivíamos en tinieblas, pero, ahora, en Cristo, a través de la fe y la gracia de Dios, nos hemos convertido en hijos de luz, posesión exclusiva de Dios para que podamos mostrar en este mundo las bondades únicas y extraordinarias de nuestro Padre celestial, somos embajadores con credenciales únicas, ahora tenemos una identidad como familia, como pueblo, como iglesia y ahora la tenemos; antes no conocíamos el amor, la misericordia y la fidelidad de Dios, ahora si la conocemos y las disfrutamos por medio de Cristo Jesús, ahora tenemos una patria, un reino en el cual no somos extranjeros, ni residentes temporales, ni marginados, somos ciudadanos del Reino de los cielos.
En otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas,
Efesios 5:8-11
El Reino de Dios está entre nosotros.
Es hora que consideremos a cada creyente en Cristo como extranjero y, o, peregrino sobre esta tierra, estamos en el mundo, pero, no somos del mundo, Jesús nos escogió, nos separó del mundo, la iglesia está llamada a vivir una vida diferente, una vida en el Espíritu, manteniendo su lealtad, su fidelidad, su obediencia, a su Señor y Rey, Jesucristo, esto contrasta fuertemente y opuestamente con la cultura mundana que adora servilmente al poder político, cuantos han tenido que abandonar sus principios, sus ideas, sus bancas, sus partidos, al momento de votar leyes, porque existía una prioridad política de partido,
Otro punto a considerar es: ¿Encontramos alguna ordenanza bíblica o apostólica invitándonos a intervenir en el mundo de la política? ¿aparece en el nuevo testamento alguna declaración apostólica relacionada con los gobiernos terrenales y sus sistemas injustos; como sabemos, no aparece nada, salvo en aceptar a esos gobernantes y a orar por ellos, muy a pesar, de que eran tiempos violentos y dictatoriales, los cristianos y los apóstoles eran perseguidos, maltratados, esclavizados y asesinados, hagamos una pequeña memoria.
En el nacimiento de la iglesia había hambre, abuso de poder, tráfico de influencia, corrupción, sedición, prostitución, mentiras, despotismos, asesinatos, robos, etc., etc., sin embargo, Dios escogió, el mensaje de la cruz, la locura de la predicación, para salvar, para cambiar a los que creen, porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres porque el problema del hombre está en el corazón, porque de él salen las buenas y malas cosas.
Para terminar con este tema, aunque sé que esto no se dejará de debatir, siempre habrá hermanos sacando agua de un molino y de otro o arrimando leñas para su asado. Todos nosotros vivimos en un estado, por ley, debemos respetar las autoridades establecidas y esperamos de corazón, que estas actúen, funcionen, ejerzan sus gobiernos con igualdad, sin discriminación de raza, sexo o religión.
Por otro lado, como hacedores del evangelio, la Palabra de Dios, debemos de mantener buen testimonio con los de afuera y la unidad en el amor entre los hermanos, y como soldados de reino de Dios no debemos inmiscuirnos en los negocios de esta vida a fin de agradar a quien nos tomó como soldado, o simplemente por los siguientes hechos:
Que concordia, que armonía, que acuerdo existe entre la luz y las tinieblas, cuando los hombres amaron más a las tinieblas, que a la luz, que concordia, que armonía, que acuerdo puede existir entre el reino de los cielos y el mundo, estamos en el mundo , pero, no pertenecemos al mundo y al mundo hemos sido enviado con el mensaje de salvación a toda criatura, que concordia, que armonía, que acuerdo entre Cristo, la personificación del bien y la bendición y Belial, la personificación del mal, de la maldición, que concordia, que armonía, que acuerdo entre el creyente y el incrédulo.
La iglesia pertenece a Cristo, por lo tanto, debe de estar sujeta a él, Cristo es la cabeza de la iglesia, y ella es su cuerpo, Cristo es la plenitud, la totalidad y la integridad de la iglesia llenándolo todo, así que, si algún hermano quiere mezclarse en la política, quienes somos nosotros para impedírselo, que lo haga, si puede permanecer sin perder los valores de la fe, de la santidad, y de la justicia divina, sin mezclar a la iglesia, ni utilizar el púlpito, para sus proclamas por más justas que estas sean, esta bien que lo haga, pero recuerde que no se puede servir a dos señores porque se amará a uno y se aborrecerá al otros y toda alma que camina en dos pensamientos, en dos caminos jamás podrá agradar a Dios.
Si un político se convierte al evangelio, que siga en su oficio, incorporando a su vida los valores cristianos, no mezclando a la iglesia ni utilizando el púlpito para sus proclamas por más justas que estas sean, en ambos casos necesitan la oración y la guía del Espíritu, para poder discernir ya que: Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna. Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica, donde está tu corazón allí está tu tesoro.
No tengo la menor duda, hay movimientos que buscan callar la voz de la iglesia, buscan esclavizar las conciencias, llenar de tinieblas a los pensamientos de los hombres, porque aman más a las tinieblas, porque sus obras son realmente malas, tienen el deseo ambicionado en sus malvados corazones, de deshonrar lo establecido por el creador, pretenden meter miedo, desean de corazón recluirnos a los ámbitos de nuestras congregaciones para poder expresarnos y manifestar lo que creemos sobre ciertos asuntos, asuntos que hacen mal a la familia, al país todo.
Algunos, pocos o muchos nos querrán silenciar, aún querrán silenciarnos en las propias congregaciones, no querrán que hablemos de ciertos temas, de cierto asuntos, ellos pueden decir lo que se le antoja, lo primero que se le viene a la mente, no importa si es correcto o no, no importa si son palabras hirientes o no, quieren amedrentar, atemorizar, acobardar, injuriar, difamar al creyente; se preparan para el golpe final, su jugada estratégica, malvada anticristiana, está en marcha, algunos, pocos o muchos querrán meter abominaciones en la casa de Dios.
Abominaciones, aversiones las cuales Dios las rechaza y dice que los que practican tales cosas no entrarán en el Reino de los cielos, pero, el hombre, el legislador, busca legalizar, aliviar su conciencia, y la conciencia de la "vox populi, vox dei", pero sus abominaciones, sus depravaciones, sus desenfrenos carnales, sus maldades no podrán cambiar el corazón de Dios.
El mundo al igual que Uruguay va de prisa, pero no sabe a dónde va, el espera un final venturoso, pero no será asi, el final del camino sin Dios es perdición y muerte; en cuanto estas voces que se levantan contra la voz de Dios, hay otros países que van más adelantados y que promueven todas estas cosas, podemos apreciar allí los diferentes sucesos que se van gestando en perjuicio de los cristianos fundamentados en las escrituras; tanto es el odio hacia la iglesia que en ocasiones algunas palabras acuñadas en sus corazones salen a luz, sus deseos se manifiestan en ocasiones y van contra los creyentes los persiguen y oímos atrocidades dignas de fieras salvajes.
Dios no podrá ser burlado, la ira de Dios se revelará desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen.
El hombre estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
Romanos 1:18-32