Simplemente brilla


Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz

                                                                    Efesios 5:8


Nosotros como iglesia, como pueblo de Dios, como hijos del creador que tienen sobre sí revelaciones, declaraciones, información de cosas secretas que pertenecen a Dios, que son, que forman parte de su divinidad, pero, que él tiene cierto beneplácito al darlas a conocer por medio de Dios Espíritu Santo, a nosotros por el puro afecto de su amor y de su voluntad, Dios como ser único y soberano que es, comparte con nosotros, su pueblo, sus hijos sus misterios, sus secretos; no hay dudas Dios tiene misterios, cosas escondidas, verdaderos tesoros en su palabra, cosas que esperan por sus destinatarios ser encontradas, como está escrito: las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre. (Deuteronomio 29:29) Dios nos recuerda que no conocemos todos sus misterios, pero aquellos que nos han sido revelados, que nos han sido dados a conocer nos ayudarán a vivir, nos guiarán a alcanzar sus planes, sus propósitos para con nosotros, con nuestros hijos y las futuras generaciones.


El conocimiento que recibimos de Dios son para vida, porque el pueblo sin conocimiento perece; las revelaciones son para el creyente un tesoro invaluable e inmedible a la sabiduría y conocimiento humano; la palabra, la Biblia nos trasmite el deseo de Dios al revelarnos ciertos asuntos, ciertos aspectos de su voluntad y de su propósito para su iglesia y su pueblo, porque lo que conocemos de Dios es justamente lo que nos ha sido revelado y esas revelaciones son más que suficientes para que vivamos conforme a su voluntad y alcancemos los propósitos que Dios tiene para cada uno de sus hijos.


En un mundo donde las tinieblas se han establecido, se han instaurado, se han posesionado, se han organizado, han sido blanqueadas, legalizadas, aceptadas por los hombres que viven sin Dios; el reclamo, la condenación para el hombre impío, inicuo, protervo, inmoral es que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas; (Juan 3:19) rechazando así la bienaventurada esperanza de la salvación y la eternidad en los cielos ofrecida por Dios en la persona de Jesús.


La iglesia de Jesús,el pueblo de Dios, los hijos del creador por medio de la fe en Cristo Jesús, son luz en un mundo en tinieblas; los hijos de la luz caminan contra la corriente tenebrosa de este mundo, este es el mensaje que hemos oído de Jesús, y que tenemos que anunciar; Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él; si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad (1 Juan 1:5-6)


el pueblo de Dios, los hijos del Padre brillan, relumbran, fulguran, irradian luz, porque, son hijos de luz e hijos del día; no son de la noche ni de las tinieblas; ( 1 Tesalonicenses 5:5) son la luz del mundo; (Mateo 5:14) ante la luz las tinieblas huyen, se dispersan, se disgregan, desertan, se desaparecen; basta cada noche por oscura que esta sea encender o activar una luz, usted vera que las tinieblas desaparecen, se disipan; tan simple como eso, las tinieblas jamás prevalecerán, predominaran, reinaran, preponderaran, señorearan sobre la luz.

La oscuridad no existe, 

la oscuridad es en realidad ausencia de luz

                                                                                   Albert Einstein.


No importa cuán pequeña, cuan tenue, cuan grácil o frágil esa luz sea, ella prevalecerá, ella brillará; Jesús es la vida, y la vida es la luz de los hombres; la luz resplandece sobre las tinieblas y las tinieblas jamás prevalecerán sobre la luz; (Juan 1:4-5) sin embargo, sabemos, entendemos, comprendemos a la luz de las escrituras que con diligencia debemos mirar cómo andamos, no como necios sino como sabios,aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos; (Efesios 5:15-16) ciertamente la noche está avanzada, y se acerca el día; desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos con las armas de la luz; (Romanos 13:12) se lámpara, emite la luz de Dios, simplemente brilla, brilla en medio de un mundo en tinieblas, las tinieblas no podrán jamás opacar tu brillo que viene de Dios.


La biblia nos enseña que nadie que tenga una lámpara encendida, la esconde o la pone debajo de una mesa, sino que se busca el mejor lugar para que ilumine a todos los que entren a la casa; es indiscutible, incuestionable, irrebatible a la que como hijos de luz, debemos iluminar, alumbrar, brillar, resplandecer sin importar donde estemos, porque si nuestra existencia está llena de luz, no teniendo parte alguna con las tinieblas, seguramente podremos iluminar a otros, ayudarles a encontrar el camino de vida, Jesús dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)


Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan:Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas. Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. (Isaías 42: 5-8)


Como hombre o mujer de Dios puedes tener un cumulo de adversidades, contrariedades, dificultades de adentro o de afuera, pero persevera, se fiel a los principios divinos, sin lugar a dudas la vida de todo hombre nacido de mujer es corta y llena de sinsabores (Job 14:1) pero, si la vida nos presenta en ocasiones desafíos que a menudo están fuera de nuestro control y pueden parecernos injustos o inmerecidos; no te detengas, avanza, recuerda que la historia, la vida de José nos enseña que incluso en medio de las pruebas más difíciles que podamos estar pasando, hay un propósito mayor a nuestro entendimiento, a nuestros deseos o pensamientos, hay un plan de Dios para ser consumado para gloria y honra de su Hijo Jesús; simplemente brilla nada, ni nadie podrá opacar la luz de Jesús.