La Pared

064 La cultura popular nos dice: "No hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver" ciertamente esto forma parte de una realidad de vida del ser humano, como muchas veces suelo decir acerca de este tema: Todo hombre, toda mujer de manera selectiva y natural oye lo que quiere oír; ve lo que quiere ver; habla lo que quiere hablar; calla lo que quiere callar; cree lo que quiere creer.
065 Los hombres y las mujeres por igual ya sean algunos, pocos o muchos que han decidido ser sordos a las cosas de Dios, a pesar de tener sanos los oídos, como los que han decido ser ciegos a pesar de tener vista, están afanados, empeñados, ocupados en llevar adelante una doctrina cargada de pecado, pero, disfrazándola de santidad, de integridad, de honestidad, de lealtad a lo que dicen o hacen, pero, que no son otra cosa que hombres y mujeres corruptos de entendimiento, réprobos, protervos, dañados en cuanto a la fe.
066 Estos son hombres que falsean y se privan de la verdad divina, que tiene apariencia de piadosos, pero con sus hechos niegan la eficacia de ella; estos son hombres y mujeres que hay que evitar, porque lo que ellos buscan es imposible, insostenible, inadmisible, ante un Dios santo que mandata la santidad como está escrito: Sed santos porque yo soy santo, (1Pedro 1:15-16)
067 La santidad bien entendida nos lleva a apartarnos del pecado, nos lleva a construir sendas, caminos derechos para nuestras vidas, presentando nuestros propios cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es nuestro culto racional; no nos conformemos a este siglo, sino transformémonos por medio de la renovación de nuestro entendimiento, para que comprobemos cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta para cada uno de nosotros (Romanos 12:1-4).
068 En ocasiones esta pretensión ilógica, absurda, insensata, inadmisible ante los ojos de Dios; no es otra cosa que el hombre intentando la domesticación, el amansamiento, el coqueteo con el pecado, ante un Dios que aborrece el pecado; esta situación de un hombre vive un flirteo con el pecado va siendo excitado, estimulado, provocado a vivir una vida espiritual utópica, quimérica, ficticia, con la cual es imposible agradar a Dios.
069 Por más que lo pretendan y se esfuercen es imposible ennoblecer, ensalzar, honrar al propio pecado, y a la vez estar lanzado a la búsqueda de una vida cristiana enaltecida, que llegue alcanzar un grado de perfección, una altura espiritual magnifica; hecho este inadmisible, absurdo, insostenible porque ninguna comunión existe entre Dios y el pecado.
070 Sin embargo, esta búsqueda pérfida, desleal, este hecho, este camino escogido le llevará a naturalizar esos pecados; pero, ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; ¡que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20) Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare eso también cosechara. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. (Gálatas 6:7-8) La paga del pecado es muerte y la dadiva de Dios es vida eterna en su Hijo amado Jesús. (Romanos 6:23)

071 Por eso es cada día es más común ver creyentes que dicen una cosa, pero hacen otra, creyentes que escriben con la mano y borran con el codo, creyentes que llevan adelante la siguiente consigna: hagan lo que yo digo, pero no lo que yo hago; hombres y mujeres llenos de contradicciones, de refutaciones, de negaciones morales y espirituales que están bien claras y establecidas en las escrituras; hombres y mujeres incoherentes, enredados, confusos en su afán de aparentar los que no se es.
072 Hombres que olvidando completamente el primer mandamiento que dice: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. (Deuteronomio 6:4-9)
073 El que tiene oídos para oír, oiga; estas palabras dichas por Jesús donde se había reunido mucha gente, nos deja en claro que él sabía muy bien que no todos iban a oír, pero, aquellos que, si quieren saber de Dios, si atenderían, oirían, escucharían, percibirían el mensaje que estaba dando y ellos recibirán los misterios del reino de los cielos , misterios escondidos de los sabios y entendidos pero, que se las revela a los a los que quieren, estos recibirán cada día más y más para gloria de Dios Padre, porque a todo que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. (Mateo 13:12.)
074 Estamos en tiempos difíciles, hay que mantenerse firmes en la palabra que nos ha sido revelada, dada por Dios Espíritu Santo, porque algunos, pocos o muchos están seducidos por el pecado, que dicen creer en Dios, pero viven como si Dios no existiera, convirtiendo en una verdadera desvergüenza, en una verdadera deshonestidad, en un verdadero libertinaje la maravillosa gracia de nuestro Dios.
075 Se olvidan en su afán de conseguir lo deseado que Dios no puede ser burlado, y así como salvó a su pueblo sacándolo, libertándolo, del poder de Egipto, pero, después destruyó a los que no creyeron para entrar a la tierra prometida; así como a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día.
076 Así como a Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas, por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno (Judas 1) Dios es fiel a su palabra, y la palabra de Dios es perfecta que convierte el alma.
077 El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal (Salmo 19: 7-10)
Abundantes bendiciones en Cristo para tu vida y tu familia, en todo lo que puedas y dependa de ti "apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela." (Salmo 34:14) Atte. Myrp
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