El Pecado

001 Lejos están aquellos días donde vivía en este mundo un estado de inocencia, con una una total ausencia del mal, el mal no estaba presente, Dios caminaba con el hombre, desde el día de la creación de Adán, hasta la caída de Adán (Génesis 3:7-8) el mundo a partir de ese momento fue muy diferente, es un hecho que ese acto, esa acción, ese hecho de desobediencia al mandato de Dios produjo la caída de Adán trayendo, introduciendo el pecado y la muerte a este mundo; ese pecado que entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así el pecado y la muerte pasó a todos los hombres (Romanos 5:12)

002 Aceptar que Dios es un ser soberano, que él tiene señorío sobre toda su creación, que nos ama aún más allá de nuestra comprensión, de nuestra intuición o razón refleja en el creyente una verdad y una fe inspiradora en el ser, en la persona que es Dios.

003 Tener la confianza en que nuestras vidas están en sus manos, debería ser una realidad de vida; deberíamos con toda humildad, con respeto, obediencia y gratitud aceptar que nuestras vidas con todo lo que ella depare, conceda o proporcione a lo largo de nuestros días está en manos de Dios, si estamos en él por medio de nuestro Señor y salvador Jesucristo; Dios es fiel, Dios está en control; él es nuestra fortaleza, nuestro ayudador, si permanecemos en Cristo, porque solo a través de Jesucristo podemos tener acceso o desarrollar una verdadera, una genuina relación con Dios

004 Esta verdad en cuanto a su soberanía, a su amor inigualable e imperecedero por la eternidad, su fidelidad inalterable e inmortal, junto otras características que forman la personalidad de Dios, podrá gustarnos más o menos, podremos aceptarla o rechazarla, pero, su soberanía, su fidelidad, su amor, su justicia, etc., etc., no estarán condicionadas a nuestro comportamiento o conducta, su soberanía radica en que el es el creador, su amor se manifiesta o se da a conocer porque él es amor, su fidelidad, su justicia permanecen porque el es fiel, el es justo, su misericordia no dejara de ser porque el es misericordioso, lo que él es no está sujeto a lo que nosotros somos, sino que simplemente, sencillamente, naturalmente Dios manifiesta lo que él es.

005 Es un hecho que como seres creados tenemos limitaciones humanas, pero a pesar de ellas, como creyentes podemos contemplar y maravillarnos ante la grandeza de un ser cuya esencia trasciende nuestra capacidad de entender, de concebir a través del pensamiento humano a un ser tan insondable, tan inescrutable, tan inescudriñable por el simple hecho que él nos creó, Reconozcamos en todos nuestros caminos que nuestro Dios nos creó, que él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos, pueblo suyo somos, habitantes de su reino (Salmo 100:3) Dios actúa desde su carácter perfecto e inmutable, no en respuesta a nuestras acciones o méritos.

006 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, ¿para que lo visites? Salmo 8:3-4 A pesar de nuestra fragilidad como seres humanos, saber que tenemos un Dios que es amor, es fiel, es justo, es misericordioso, etc., etc., nos otorga de manera personal un fundamento sólido para nuestra fe y esperanza, independientemente de nuestras circunstancias, su carácter eterno y soberano es la fuente de toda vida cristiana, invitándonos a descansar en él, su palabra lo dice todo, como esta escrito: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10)

007 Hablar de soberanía divina, decir que Dios está en control no significa que Dios nos elimine, nos prohíbe, no nos deje usar el libre a albedrío, sin lugar a dudas hay cosas que están en la esfera de Dios, la cuales el hará sin faltar ninguna de ellas, pero hay cosas que están en nuestra esfera que nosotros tenemos que resolver y decidir, Dios nos ha tratado, nos trata y nos tratará siempre con dignidad en cuanto a nuestra autonomía, a nuestra libertad al concedernos el libre albedrío, el libre albedrío no es otra cosa que tomar nuestras propias decisiones ya sea en el acierto o en el error.

008 Dios, en su soberanía no anula la autonomía de nadie, sino que siempre con infinito respeto y amor él trabaja en la vida del creyente, él espera que alcancemos su propósito, mientras que los creyentes deberían asumir a ser responsable con sus decisiones, el libre albedrio no nos revela un Dios indiferente, indolente hacia el pecador, sino que nos trasmite su amor, dándonos cada día la oportunidad de elegirlo voluntariamente, seguirlo y honrarlo.

009 El libre albedrío está presente a lo largo de las sagradas escrituras, Dios siempre ha advertido, ha hablado de las consecuencias sobre no prestar atención a la palabra, al consejo de Dios; Dios le dijo claramente a Adán que no comiera del árbol de la ciencia de bien y del mal, porque el día que comiera moriría, Adán haciendo uso de su autonomía, de su libertad, de su libre albedrío comió del fruto del árbol que Dios había prohibido, la muerte entro a este mundo, la maldición vino y fue expulsado Adán del Edén; sin ninguna posibilidad de regresar el.

010 Dios al ver a Caín enojado le advirtió que el pecado estaba a la puerta de su corazón, el pecado estaba al asecho, pero, que el hiciera lo correcto, lo correcto no era otra cosa que resistir al pecado, la resistencia al pecado haría que el bien estaría con él, pero si hacia lo incorrecto y el pecado entraba en su corazón el pecado lo controlaría y sería su amo; como sabemos Caín no presto atención a la voz de Dios y en pleno ejercicio de su autonomía, de su libertad, hizo lo que el quiso y el pecado fue su amo.

011 Antes de seguir iremos a dos ejemplos más sobre el libre albedrío; el primero está en el libro de Deuteronomio donde Dios nos exhorta, nos incita, nos estimula a oír atentamente su palabra y ponerla por obra, para que la gracia, la bendición este sobre sobre el creyente, sin embargo, también encontramos una advertencia que si no oímos atentamente la palabra de Dios, siendo desobedientes a la misma, un cúmulo de maldiciones nos seguirán; quizás el epitafio de estos textos sea que el hombre ha sido advertido de lo que es bueno y de lo que es malo, el hombre debe decidir que hacer en cuanto a la palabra de Dios porque ella nos pone delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; a lo que Dios dice escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia (Deuteronomio 30:19), no hay dudas Dios respeta nuestra autonomía, nuestra libertad.

012 Por último, deseo citar Juan 3:16-18 donde Dios nos testifica que él amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna, como sabemos Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento y alcancen la vida eterna, Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él; el propósito de la venida de su unigénito Hijo, su manifestación ministerial en la tierra, su muerte en la cruz, y la resurrección de entre los muertos es para vida del que cree, pero, todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. Una vez más Dios permite el uso de su autonomía, de su libertad, pero le advierte lo que él decida hacer con ella, con respeto a creer o no creer en su Hijo tendrá una consecuencia. 

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Abundantes bendiciones en Cristo para tu vida y tu familia, en todo lo que puedas y dependa de ti "apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela."  (Salmo 34:14) 

Atte. Myrp