
Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
Marcos 16:19-20
Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios.
Hechos 14:3
En el nuevo testamento tenemos abundantes testimonios del poder de Dios manifestado de maneras muy diferentes a través de diferentes mensajeros después de la ascensión de Jesús a los cielos, es una realidad sustantiva que el libro de los Hechos es un testimonio fiel que relata, testifica, narra maravillosas historias de los hechos protagonizados por Dios Espíritu Santo a través de diferentes testigos, que eran los primeros discípulos luego de pentecostés donde los apóstoles y todos los demás fueron llenos del Espíritu Santo.
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 2:1-4
Al leer los hechos descriptos, narrados a través de diferentes discípulos no deberíamos quedar atrapados en lo maravilloso y extraordinario de los hechos sobrenaturales, asombrosos, los que de manera común llamamos milagros, sino que también deberíamos observar con la misma pasión y actitud el ejemplo de fe, de obediencia, de amor de esos discípulos que llevaban en su corazón la causa de Cristo.
Hay que reconocer en primer lugar que eso fue posible porque era el tiempo de Dios, en segundo lugar esto sucedió porque estaba en el plan, en el propósito de Dios, pero, no es menos importante que también había hombres y mujeres dispuestos a vivir ese tiempo con el deseo de alcanzar el propósito de Dios llenos de fe, de confianza, y valor, lo que nos hace recordar que para ser portadores de la gloria de Dios, debemos de ser creyentes llenos del poder de Dios, hombres y mujeres de fe, con confianza; con valor y amor, abrazados de todo corazón a la causa de Cristo Jesús, un cristiano con una vida sin causa divina, simplemente, no existe; por último estos hombres habían sido escogidos por Dios para realizar su plan.
Después Jesús subió a un cerro, y llamó a los que le pareció bien. Una vez reunidos, eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A éstos les dio el nombre de apóstoles, y les dio autoridad para expulsar a los demonios.
Marcos 3:13-15
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Juan 15:16
La iglesia de Jesucristo debe asimilar lo esencial, lo fundamental, lo básico de ese génesis, de ese principio, de esa iniciación de los primeros creyentes y congregaciones, es crucial, es decisivo, es de alguna manera concluyente para la clase de iglesia o de creyente que queremos ser; nuestra prioridad hoy, al igual que los creyentes del primer siglo es mantener vivo, pujante, poderoso el mensaje de la cruz; el mensaje de Cristo; el mensaje del reino de Dios; no podremos ser, no podremos alcanzar el objetivo si no podemos vivir la intensidad espiritual y el propósito de Dios, si estamos alejados de esta verdad en de nuestras vidas no lo lograremos, aunque el mundo ha cambiado el mensaje y el propósito de Dios no ha cambiado, permanecerá vivo el mensaje de la cruz, de la gracia, del amor de Dios todo el tiempo que resta hasta la venida de Jesucristo en las nubes.
habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis
Hechos 1:9-11
El mundo ya no es el mismo, ha cambiado a tal punto que parece otro mundo, pero no lo es; mientras que la naturaleza humana sigue enfrentando los mismos problemas de siempre; los problemas del hombre siguen ahí, en su corazón, asuntos bien identificados con lo más horrible que le ha sucedido a la humanidad; el pecado, que por más que lo arropen al pecado, por más que lo disimulen al pecado; por más lo legalicen al pecado; el pecado está a los ojos de Dios, no se puede esconder y sigue siendo pecado, sigue siendo aborrecido el pecado por Dios, sigue separando el pecado al hombre de Dios, sigue siendo condenado el pecado por Dios; sigue acarreando el pecado dolor, destrucción y muerte; la única solución para el pecado es el mensaje poderoso de la cruz lleno de amor y gracia divina.
La esencia del mensaje de la cruz, del reino de los cielos, del amor de Dios, de la esperanza bienaventurada de una patria celestial, no ha cambiado, el mensaje sigue siendo el mismo, porque son los principios, los fundamentos que inspiraron a esa primera generación, que inspiraron a las generaciones siguientes, y han inspirado a hombres y mujeres de Dios a lo largo de los tiempos, la verdad del asunto es que el mensaje de Dios permanece inalterable, inmutable, imperecedero, verdadero y efectivo a través de los tiempos, transformándose en la única y verdadera solución al problema que enfrenta el hombre, Dios en su mensaje a través de su Hijo amado y el poder de Dios Espíritu Santo es la repuesta al hombre hoy y siempre; es un hecho inequívoco que Cristo es la respuesta al errantismo, al extravío, a la confusión espiritual que presenta el hombre a causa del pecado.
Del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
Mateo 15:19-20
la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6.23
Este sería el principal contexto donde la iglesia cumple el rol fundamental por la cual Dios la estableció aquí en la tierra, la iglesia es un centro de autoridad y poder divino, el creyente también lo es, el es el instrumento para la manifestación de Dios en sus tres personas, el hombre y la mujer son los instrumentos por la cual se manifiesta el amor, la misericordia, la compasión y la esperanza, la iglesia está en misión, el creyente está comisionado por Dios para alcanzar al perdido con el mensaje de las buenas nuevas de salvación e ir a todas las naciones, esto es tan importante hoy como lo fue en el primer siglo.
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos 16:15-18

Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
1 Corintios 11:1
Así como Pablo, apóstol de Jesús, exhortaba a los creyentes que lo conocían bien a ser imitadores de su vida, asi como el imitaba a Cristo, la iglesia de Jesús debería tener una identidad espiritual que reflejara en sus acciones y en las acciones de sus miembros el carácter de Cristo, ser llena del Espíritu Santo, la iglesia de Jesús debería ser un faro de luz en medio de un mundo en tinieblas, y como hemos visto debería tener un propósito de llegar a toda criatura y a todas las naciones.
Hoy vivimos tiempos complicados, difíciles, adversos, pero, donde quiera que va la iglesia, que va el creyente, la unción de Dios va con él, la gloria de Dios está ahí, nada podrá arruinar el plan, el propósito de Dios, esto no quiere decir que todo será fácil, simplemente estamos diciendo que al final el plan de Dios se realizará, una conciencia tranquila, en paz con Dios, y consigo misma es la mejor credencial para una iglesia viva que camina de cielos abiertos siendo una verdadera portadora de la gloria de Dios.
La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Juan 17:23-24
Los apóstoles, y los discípulos de Cristo eran hombres jugados a lo que creían y vivían lo que creían, a pesar de todas las complicaciones, dificultades, persecuciones que vivían siempre su fidelidad resaltaba, daba testimonio de que clase de personas eran, su fidelidad a la causa de Cristo, era tan fuerte como su pasión, como su entrega incondicional a la causa que llenaba sus vidas, decían, hablaban, testificaban abiertamente, sin esconderse, sin doble discurso que ellos eran fieles a la causa y si alguno sufría la muerte, la condenación eterna no era por culpa de ellos, porque nunca habían dado marcha atrás y a la hora de predicar, anunciar el evangelio, decían simplemente todo lo que Dios quería que supieran.
Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido
Hechos 20:18-19
de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Hechos 20:24
Yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Hechos 20:26-20
Después de lo que hemos visto vale la pena preguntarnos lo siguiente: Que buscamos, que pensamos, que pretendemos, que queremos transmitir cuando hablamos de los cielos abiertos; solo el hecho de mencionar cielos abiertos puede ser interpretado de diferentes maneras, pero, en lo que a mí respecta, en lo más profundo de mi corazón, tengo el deseo inequívoco que esa apertura de los cielos haga sobre todas las cosas que la presencia de Dios toque al alma necesitada produciendo una conexión con el propósito divino trayendo paz y consuelo al alma angustiada.
La pretensión, el deseo, el anhelo de que Dios trate, que Dios ministre, que Dios se revele de manera inequívoca, infalible, firme, especial, sobre las almas y que estas estén totalmente persuadidas que él está ahí obrando; produciendo, originando, causando en ese preciso momento una manifestación de Dios Espíritu Santo; en primer lugar, para darse a conocer, revelarse, correr el velo sobre las almas que no conocen a Dios, y se acerquen a él por medio de Cristo, y le conozcan es prioridad uno; Dios quiere, desea, anhela que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad; porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
Es el deseo esperanzador que las palabras llenas de vida y poder pronunciadas por Jesús en Nazaret y luego antes de la ascensión a los cielos tengan la mayor plenitud, la totalidad de su vigencia, utilidad, eficacia, valor posible y el Espíritu Santo llene todo lugar; que la unción del Santo ministre la persona, la casa, el hogar, la congregación, de manera que los pobres reciban buenas nuevas, reciban esperanza, reciban fe, reciban vida, reciban el desafío a seguir a Jesús; que los quebrantados de corazón, que los que están destrozados, afligidos, desesperanzados, desanimados, sean sanados; que los cautivos, los que están en cárceles de amargura, de dolor, de sufrimiento, de angustias, de frustraciones reciban un mensaje de libertad y sean verdaderamente libres; que los oprimidos, los esclavos, los encadenados, tiranizados, engañados, por el diablo sean libres, verdaderamente libres; la presencia de Dios hace todo eso, y mucho más de los que podemos entender o pedir.
Que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén
Efesios 3:17-21
Los cielos abiertos es sinónimo de presencia de Dios estableciendo Reino, cumpliendo con sus promesas, originando, construyendo, influyendo, desafiando al hombre a sus propósitos divinos, para hacer su voluntad, para llevar adelante sus maquinaciones eternas, es el deseo de Dios obrar en favor de todo necesitado a través de sus hijos, que son testigos del Reino de Dios, que proclaman en todo tiempo que Dios es una realidad y está entre nosotros por medio de Jesús Rey y Señor.
Jesús, el Hijo de Dios, cuando estuvo aquí en la tierra, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Filipenses 2.7-11
Quizás, si yo, hubiera vivido en otro tiempo, en el tiempo de los profetas, clamaría a Dios implorando que los cielos se abrieran, que tuviera misericordia y que los cielos se rasgaren como frágil papel ante él, que su majestuosa presencia llegara, cayera, irrumpiera, sobre nosotros inundándolo, llenándolo, saturándolo todo, de tal manera que todo sea impactado, conmovido, estremecido, afectado por su gloria, por su presencia ante la cual todo lo que está ahí y sus alrededores tiemblen delante del único y soberano Dios.
Clamaría que todos puedan conocer su nombre alcanzando su misericordia, y sus enemigos tiemblen ante tal manifestación, que todas las naciones reconozcan que Dios con nosotros está; poderoso, majestuoso, dispuesto siempre a salvar; que su brazo no se ha acortado, ni su misericordia ha menguado, ni su poder ha disminuido, que es el mismo en todo tiempo;que hay un pueblo lleno de gozo y alegría, cubierto de su amor.
Sin embargo, soy el hoy, de este tiempo, donde el Espíritu ha sido derramado sobre mi vida, por gracia de Dios, soy templo del maravillosos y autosuficiente Dios Espíritu Santo, morada del Dios vivo, llevando por todas partes el testimonio del Hijo como Señor y Salvador, sabiendo que en Jesús los cielos están abiertos, que nadie se podrá interponer su plan y a su propósito, el desafío para mi es llegar a vivir conforme la causa de Cristo, y solo hay una fórmula para vivir la causa de Cristo y es alcanzar el plan, el propósito de Dios para con mi vida, lo demás depende del tiempo de Dios, del propósito de Dios para este tiempo y mis días sobre la tierra, porque he descubierto que todo lo que soy y todo lo que puedo llegar a ser es por la maravillosa gracia de Dios.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado
Efesios 1:3-6
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
1 Corintios 15:10
sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:12-14
bendiciones abundantes para tu vida y tu familia en nombre de Jesús.
Atte. Myrp