Brilla 

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

                                                                    Mateo 5:16


Amados/amadas, creo que algunos, pocos o muchos podamos sentir ciertas dudas sobre la existencia de un plan divino predeterminado desde antes de los tiempos, pero lo cierto es que las escrituras nos llevan al desafío de fe, pensar en esto es sumamente extraordinario, maravilloso, sobrenatural, a pesar de lo sencillo que esta relatado, narrado por Dios, escrito por Pablo, apóstol de nuestro Señor y Salvador Jesucristo de la siguiente manera: (Dios) nos escogió en él (Jesucristo) antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él (Jesús) en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Efesios 1:4-5)


Es un hecho que, la fe, las creencias y los desafíos espirituales son aspectos profundamente personales por los cuales en ocasiones son muy difíciles de conciliar con nuestra realidad cotidiana, con nuestras experiencias vividas, con nuestro conocimiento y pensamientos; por eso preguntarnos sobre el o los propósitos de Dios sobre nuestras vidas, o si el destino mismo nos abre las puertas a un mundo de fe, de esperanza que solo pueden caminar aquellos que están convencidos, certeros, persuadidos de que si existe un plan, un propósito de Dios para cada vida desde antes de los tiempos.


Caminar en esta vida, en este mundo con un sentido de que se forma parte de un plan superior a nuestros razonamientos, fuerzas, sabiduría, riqueza, valentía, etc., etc., plan que nos trasciende, que está presente desde antes que naciéramos y que seguirá una vez que dejemos este mundo, ese es un plan divino, directo del corazón de Dios cargado de vida y esperanza que ofrece consuelo y sentido, como si cada paso en la vida tuviera un propósito mayor que el que vemos, oímos y palpamos.


En ocasiones para algunos, pocos o muchos como que nos cuesta creer en un plan de Dios ideado, planeado, pensado desde tiempos previos a nuestro nacimiento, en ocasiones es como si nuestro pequeño universo personal está esperando el pasaje de nuestras vidas por esos mojones establecidos por Dios para que lleguemos a los puntos de estrategias espirituales para nuestras vidas y podamos realizar, ejecutar el plan de Dios.


Quiero señalar en este momento, algunos personajes bíblicos que, durante el desarrollo de sus vidas con sus vicisitudes, con sus emergencias, con los acontecimientos buenos y menos buenos, deseados y no deseados fueron guiándolos a la voluntad y al propósito de Dios para con sus vidas, como, por ejemplo: José.


Miremos la vida de José. El nombre José proviene del hebreo Yoséf y significa "él agregará" o "Dios añadirá"; el pertenecía a una familia creyente en Dios, él era la cuarta generación, de una casta formada por hombres con grandes testimonios de fe; patriarcas, líderes todos ellos de sus familias; antepasados de la nación de Israel; Abraham (padre de la fe) quien engendra a Isaac, Isaac engendra a Jacob (Padre de Israel) es quien engendra José quien es el undécimo hijo de Jacob.


Como sabemos a groso modo, Dios comenzó a tratar con José a temprana edad, sin embargo, a sus 17 años comenzaría en la vida de José una serie de acontecimientos que escapaban de su control, de lo que el quería o pensaba para su vida, pero los acaecimientos que le vinieron le causaron sufrimiento, dolor, amargura, desconsuelo, etc., etc., sus hermanos, le aborrecían, eran violentos con él, le envidiaban, conspiraron para matarle, se burlaron de él, lo injuriaron, lo vendieron como esclavo a una caravana de ismaelitas; la vida, el testimonio de José es un poderoso, extraordinario, maravilloso ejemplo de un hombre de Dios capaz de adaptarse a cualquier situación que le sobreviniera en la vida sin perder fe, ni esperanza, ni identidad, ni confianza en su Dios.


La vida de José no se acabó, no terminó en aquella caravana con los ismaelitas, sino que llegó a tierras de Egipto, allí fue vendido por los ismaelitas a Potifar quien era oficial del ejército egipcio, sin embargo, la gracia de Dios estaba sobre José en gran manera e hizo que el llegara a ser administrador sobre la casa y los bienes de Potifar.


Quizás puede decirse que había llegado un tiempo de bonanza sobre la vida de José, pero, aconteció en ese tiempo algo no esperado, que no estaba en los planes de aquel joven; la mujer de Potifar puso sus ojos sobre José, esta mujer se enamoró de José, y le provocaba, le invitaba a dormir con ella; cada día ella le hablaba para que José pecara traicionando a Potifar; pero, José sabía que a Dios no le agradaba lo que le estaba proponiendo aquella mujer, por lo tanto, se reusaba a aceptar aquella proposición.


Aquella situación indeseable, cierto día explotó, se salió de los limites, existió una cierta agresividad, una cierta cercanía, por la cual José tuvo que salir huyendo de la casa, en su huida algo desesperada dejó parte de sus ropas en las manos de la mujer, ella comenzó a gritar con la ropa en sus manos, con las ropas en su poder las cuales presentó como pruebas acusando falsamente a José ante Potifar.


Cuando Potifar escucho el relato de su mujer, se llenó de enojo, de furor, el cual lo mandó a la cárcel donde estaban los prisioneros del rey; sin embargo, José nunca dejo de vivir íntegramente comprometido con sus valores de creyente a pesar de las adversidades, a pesar que fue a la cárcel.


La historia de vida de José había recibido otro revés, otro infortunio, otra desventura que lo había llevado a la cárcel, pero su Dios, y la gracia de su Dios seguía con él, Dios no lo había abandonado, a pesar de que estaba en la cárcel; la presencia y la gracia de Dios, se manifestaba sobre la vida de José, esta realidad de vida que no se puede esconder hace que el jefe de la prisión se fije en él y lo pone al frente de la cárcel y de todos los presos.


Un día como tantos otros cayeron llegaron a la prisión el principal de los coperos y el panadero del rey porque habían delinquido, infringieron la ley del faraón; aquellos detenidos una noche tuvieron un sueño por el cual se entristecieron, se congojaron, lo cual es percibido por José, ellos les hablan de sus sueños y José se los interpreta, interpretación se cumplió al pie de la letra a los pocos días.


Pasado un par de años donde José siguió en la cárcel, aunque el la administraba, faraón tuvo un par de sueños; faraón se sintió muy perturbado, grandemente agitado en su espíritu, ansioso en gran manera por querer saber que significaban aquellos sueños, fue asi que convoco a todos los magos y sabios de Egipto a los cuales les contó lo que había soñado, pero ninguno de aquellos magos o sabios pudo interpretar aquel sueño.


Fue entonces que el jefe de los coperos se acurda de lo que había sucedido cuando estuvo en la cárcel y le cuenta a faraón su historia, esto trae aparejado el llamado de José a la presencia del rey, faraón le cuenta los sueños que había tenido, los cuales son interpretados por José y faraón resuelve poner a José como segundo en autoridad sobre Egipto.


Las palabras de faraón son muy elocuentes al decir: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú.


Todos sabemos los acontecimientos que siguen sobre la vida de José, que realmente Dios estaba con él, que fue de gran bendición para Egipto y para el pueblo de Dios y que aquellos sueños que había tenido antes de los 17 años ahora a los 30 comenzaban a cumplirse como Dios se los había revelado, 13 años de lucha, de sufrimiento, de dolores y ansiedades, habían quedado atrás, su vida era un testimonio incuestionable que las tinieblas jamás prevalecerán sobre la luz o los planes del Señor; amado, amada simplemente brilla donde quieras que estés y como estés, se fiel a tu Dios y aférrate a lo que tu Dios te ha hablado, porque fiel es él y cumplirá todo lo que te ha prometido.


Puede ver la historia completa desde Génesis 37al 43