INTRODUCCIÓN

Amados hermanos, hermanas en Cristo nuestro Señor y Salvador, quien vive por los siglos de los siglos y por siempre amén; quizás puedas tener alguna pregunta o inquietud sobre el bautismo desde aquí pensamos en transmitir información que pueden ayudarte o traerte un conocimiento a la luz de las escrituras que te ayuden a tomar una decisión por sí o no bautizarte.


Queremos señalar que el bautismo no es una obligación, ni es una imposición, el bautismo es una decisión personal relacionado con el conocimiento, la revelación, la comprensión que se ha recibido de parte de Dios.


Queremos comenzar reconociendo que en cuanto a enseñanzas o doctrinas bautismales no existe un consenso en la iglesia, así que no buscamos con esto entrar en ningún tipo de polémicas religiosas y muchos menos de tratar de falsos a quienes no estén de acuerdo y de señalar como verdadero al que está de acuerdo, bajo ningún concepto queremos entrar con este material en ningún tipo de polémica llamase religiosa o espiritual, simplemente esto es lo que creemos a la luz del entendimiento bíblico y llevamos adelante como parte de l doctrina que practicamos para gloria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.


LA PALABRA BAUTISMO

La palabra bautismo viene de la palabra griega baptizo, su significado es "sumergir", por ende en la congregación de la cual formamos parte "IGLESIA CRISTIANA" realizamos el bautismo por "inmersión", lo que es igual a decir lo siguiente: la persona que se bautiza es "sumergida totalmente en el agua", cabe aquí enfatizar, destacar, subrayar que la persona a bautizar, debe de ser completamente "bautizada" o sea completamente sumergida, íntegramente sumergida en el agua, de la coronilla de la cabeza a la punta de los pies. Las escrituras nos relatan que Jesús fue al río Jordán un día que Juan el Bautista estaba bautizando (Sumergiendo) y se bautizó (Fue sumergido) en las aguas.

EXCEPCIONES.

Puede haber o existir excepciones en cuanto a la realización de la ejecución del bautizo, si podemos considerar que algunas personas por diferentes razones no podrán llevar adelante la ceremonia del bautismo porque existen ciertas imposibilidades reales para llevar adelante el protocolo, la formalidad ceremonial del bautismo; estas excepciones pueden ser a causas de diferentes situaciones o enfermedades.

QUE ES EL BAUTISMO

El bautismo es un acto público donde se manifiesta una confesión de fe hecha por el candidato al bautizo, la convicción de realizar el acto del bautizo; lo primero, lo principal del candidato es la fe, el bautizo no es solamente un rito litúrgico, es una declaración de fe y de su testimonio de entrega a Jesucristo como Señor y Salvador personal, reconociendo y aceptando la obra redentora en la cruz.


Es fundamental que el acto del bautismo este lleno de fe y de certeza, nadie, absolutamente nadie debería de bautizarse sin estos requisitos básicos, fundamentales, si no está creyendo en Jesucristo como su Señor y salvador personal, no debería bautizarse; porque si el acto del bautizo está carente de fe, de convicción, de certeza, el mismo se hace vano, nulo, no sirve para nada, es necesario que el que se bautiza crea en Jesús y su obra redentora a través de la cruz, recordemos al pasar que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6), y que todo lo que no proviene de fe es contado como pecado, (Romanos 14:23) por lo tanto: todo el que cree y fuere bautizado será salvo, más el que no cree será condenado (Marcos 16:16)

DONDE SE BAUTIZA.

Algunas congregaciones o denominaciones como que tienen una cultura en donde se debe y como se debe de hacer y hasta como se debe de vestir para el bautizo; está bien que así sea ya que todos no somos iguales, y cada congregación tiene su derecho a tener su cultura, su liturgia, su forma de hacer las cosas, lo importante del asunto aquí es la fe del que se bautiza, la confesión pública de esa fe es ante Dios, ante la iglesia, ante los incrédulos en caso de haber presentes allí, siempre es bueno (al menos para nosotros), estando en condiciones de hacerlo, realizar el bautismo (la sumersión) en lugares públicos, no porque esto sea una demanda bíblica, sino más bien como un testimonio más abierto. Nosotros en los últimos tiempos hemos utilizado la playa Buceo, sabemos que Dios allí estará, la iglesia también estará presente y siempre hay gente que le gusta la playa, muchos observan lo que hacemos, de alguna manera estamos testificando del reino, pero en realidad el lugar del bautismo no es lo más importante, lo importante es la convicción de fe del candidato y que el agua alcance para que sea totalmente sumergido.

UN TESTIMONIO DIFERENTE

Llevando, ejecutando el acto del bautismo en un espacio público puede causar un impacto si hay personas no creyentes, bautizando en un espacio público se está dando un testimonio diferente principalmente siempre despierta alguna atención, alguna curiosidad para alguno, en ocasiones acompañan a los candidatos algunos familiares o amigos, la verdadera fe en Cristo y sus demandas no avergüenzan al verdadero creyente, el cristiano tiene que profesar con naturalidad, con confianza y con sencillez su fe y su identidad con Cristo, no deben de existir cristianos, mudos, demasiados callados, moviéndose con sigilo ocultando el testimonio de que se es cristiano, el bautismo puede ser utilizado como una oportunidad maravillosa de testificar sobre la decisión de seguir a Cristo como Señor y Salvador.

SOLO JESÚS SALVA

Sin lugar a dudas el bautismo tiene simbolismo, uno de esos simbolismos como dice Pedro sabemos que ocho personas fueron salvadas por agua, no se refiere a que fueron salvos de sus pecados, sino que fueron salvo de ahogarse como el resto de los hombres, porque estaban en el arca. El apóstol nos dice que el bautismo en agua que nos corresponde ahora nos salva, pero, prestemos suma atención a esto:

El bautismo, el agua no quita las inmundicias de la carne, no puede purificarnos, porque lo único que nos perdona de pecados es la sangre derramada en la cruz y por medio de la fe en Jesús somos perdonados, reconciliados y hechos hijos de Dios, en otras palabras, estamos diciendo que el que se bautiza en agua ya ha sido perdonado de sus pecados, ya ha sido limpio por la fe en Cristo Jesús, ya tiene una conciencia, un conocimiento de que ha sido redimido.

El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades. (1 Pedro 3:21-22)

LAS OBRAS NO SALVAN

No somos salvos por obras, por la gracia somos salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9) como sabemos el hombre no puede auto salvarse independientemente de lo que haga, el hombre no puede alabarse, jactarse, regodearse en méritos propios como para merecer la salvación.

El hombre es salvo por gracia, el hombre es salvo por la manifestación del amor y la bondad de Dios como resultado de la fe depositada en la obra de Cristo en la cruz, el mérito de la salvación es exclusiva de Dios; así que el bautismo sin la manifestación de la gracia es totalmente estéril, vano, inútil.

SIMBOLISMO

El bautismo (la inmersión en agua) es una representación, descriptiva, detallada de los acontecimientos últimos de la vida de Cristo, crucificado, muerto, al tercer día resucitado, como está escrito; todos los hombres antes de llegar a Cristo tienen una vida, una vida separada de Dios, donde dominaban los deseos carnales, la voluntad de los pensamientos, el príncipe de la potestad del aire etc., etc.,

El hombre en su estado natural está separado de Dios a causa del mal que habita en él, el pecado; es justamente el pecado que domina insensiblemente, instintivamente, inconscientemente, a este hombre perdido, sin fe y sin esperanzas que viene a Jesús; este hombre se arrepiente de sus pecados, acepta a Jesús como Señor y Salvador; Jesús le limpia, le perdona todos y cada uno de los pecados y le regala una nueva vida.

La inmersión en agua simboliza como ya lo hemos mencionado los últimos acontecimientos de la vida de Cristo: su crucifixión, muerte y resurrección al tercer día. Este acto es una representación poderosa del cambio radical que ocurre en la vida de un creyente.

Vida dominada por deseos carnales y pensamientos alejados de la voluntad divina: Cuando una persona acepta a Jesús como Señor y Salvador, experimenta una limpieza y perdón completo de sus pecados, recibiendo a cambio una nueva vida en Cristo; es, sin duda, un renacimiento espiritual.

Este acto público de fe es una declaración de que el creyente se identifica con la pasión redentora de Cristo. Al sumergirse en las aguas del bautismo, el hombre simboliza la muerte de su vieja vida, y al salir, nace como un nuevo ser dispuesto a vivir según los preceptos de Dios.

El bautismo testifica y certifica el fin de una vida sin Dios, donde el pecado, el mundo y el príncipe de este siglo dominaba sobre el hombre; cuando hombre se bautiza hace público a través de una litúrgica, de un ritual de lo que pasó en su vida en el momento que aceptó a Jesús como salvador, identificándose con la pasión redentora de Cristo, el hombre muere una vida sin Dios y nace de las aguas del bautismo un nuevo hombre que va a vivir de acuerdo a lo establecido por Dios

EL HOMBRE EN SU ESTADO NATURAL.

El estado natural del hombre sin Dios significa que está muerto; se encuentra muerto a causa de sus delitos y pecados, las escrituras nos enseñan que la paga del pecado es muerte, más la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.

No existe duda alguna, el ocuparse de la naturaleza carnal sin Dios es muerte ya que todo designio, todo propósito, toda intención de la misma es enemistad con Dios por lo tanto el hombre sin Dios sirve por naturaleza a la ley del pecado, que impera en la naturaleza carnal, llevando frutos para muerte y condenación eterna, solo Cristo puede librar al hombre de la ley de la carne, porque él condenó al pecado en su carne con el fin de que vivamos al Espíritu.

ARREPENTIDO DE LA VIDA VIEJA

Dios a través de diferentes formas, maneras y palabras describió en varias partes de las escrituras la esencia, la particularidad, lo distintivo, la especialidad de la misión de Jesús aquí en la tierra.

El propósito de la manifestación de Cristo aquí en la tierra consistía en que los hombres que estaban enemistados, alejados, separados, de él a causa de la maldad y el pecado que reinaba sobre sus vidas pudieran ser reconciliados para con Dios por el sacrificio de muerte de su Hijo Jesús.

Esa reconciliación con Dios el Padre es posible a través del arrepentimiento, Juan el Bautista pregonó junto a las aguas del Jordán "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado", Jesús lo declaró de la siguiente manera: no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.

Cristo resucitado comisionó a sus discípulos lo siguiente: que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.

Dios no quiere que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento para vida; el arrepentimiento es un giro total en la vida del hombre en dirección a la vida, en dirección a Dios y hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

EL ARREPENTIDO ES PERDONADO

Al hombre natural que viene arrepentido a Dios, significa que ha cambiado su forma de actuar, de pensar y se compromete de alguna forma a no volver a realizar los mismos actos, decidiendo aceptar la oportunidad en este caso ofrecida por Dios a recibir el perdón, el indulto y comenzar una nueva vida, el arrepentimiento genuino que viene de Dios es más que sentirse emocionalmente mal por lo que pasó, es una transformación tan profunda y real en el corazón y en la mente que el gozo de ser libre de culpa y condenación a causa del pecado, lo llena de gozo y felicidad.

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.

                                                       Romanos 4:7-8

Exactamente, el arrepentimiento genuino implica un cambio profundo en la persona; este cambio lleva a una nueva forma de vivir, alineada con los principios del amor, la justicia y la misericordia de Dios; al aceptar, al recibir el perdón ofrecido por Dios, la persona puede experimentar una verdadera renovación y empezar una nueva vida con propósito y esperanza.

De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

                                                      2 Corintios 5:17

A través de la fe en su Hijo Jesús Dios le perdona al arrepentido todas sus maldades, sus pecados, el destino, la misión de Jesús era, es y será hasta los tiempos finales salvar al hombre de la condenación del pecado; él se ofreció una vez y para siempre en sacrificio por los pecados de todo el mundo; en la cruz, Jesús fue molido por nuestros pecados, todos nuestros pecados fueron por él cargados, llevados en la cruz, sobre su cuerpo, el perdón es otorgado mediante la sangre derramada por Jesús ya que está establecido que sin derramamiento de sangre no hay remisión, no hay perdón, no hay indulto de pecados.

La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado y nos permite tener comunión con Dios y su Iglesia; el perdón de pecados es un requerimiento, una exigencia, un requisito esencial, imprescindible, fundamental para la comunión con Dios, la comunión cristiana, Dios es Santo

EL BAUTISMO EN LA GRAN COMISIÓN

Toda potestad me es dada en el cielo y la tierra. Por tanto,

1) ID Y HACED DISCÍPULOS a todas las naciones,

2) BAUTIZÁNDOLES EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO,

3) ENSEÑÁNDOLES QUE GUARDEN TODAS LAS COSAS QUE OS HE MANDADO.

                                                                  Mateo 28:19-20

El mandato, la impronta, las ordenanzas de Jesús en estas palabras son lo suficientemente claras como para darle cumplimiento, así como está escrito: Predicar, bautizar y enseñar. No se puede negar la importancia de la predicación y enseñanza de la palabra de Dios, de igual modo no se puede negar la importancia del bautismo, las tres acciones están comprendidas en la gran comisión.

Mateo nos dice id y hacer discípulos (alumnos), para que haya discípulos alguien tiene que haber testificado acerca de Cristo, no importa el lugar, no importa el dónde, el mundo es el objetivo de Dios, el mundo es el objetivo de la iglesia; todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:13-14)

Mateo, apóstol de Jesucristo, recoge las palabras en vivo y en directo del propio Dios y Señor; Jesús, él está cara a cara con el Salvador del hombre, del Rey de reyes y Señor de señores; cuando recibe de primera mano, sin intermediarios, sin enviados de ninguna especie, de la propia boca de Jesús el mandato, la orden, el mandamiento de forma clara y concreta de ir y realizar el bautismo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Pensemos por un momento, ¿Cuántas son las cosas de forma clara y concreta que se nos manda a realizar a los creyentes en el nombre de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo? Creo que no encontraremos más que una, no he encontrado ninguna otra cosa para ser realizada en nombre de la trinidad, sin embargo, el bautismo es mandado expresamente a realizar en el nombre de la trinidad, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Si Dios inspirador de la palabra; si Cristo mismo en su majestad, en su señorío, en su voluntad relaciona el bautismo de forma clara y concreta, de forma expresa y directa con su nombre propio, entonces el bautismo debe ser más que importante y debe realizarse conforme está mandatado.

ASÍ CREEMOS, ASÍ SOMOS, ASÍ HACEMOS.

Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.

                                                               2 Timoteo 2:11-13

Como pueblo de Dios no presentamos en nuestra cultura religiosa, espiritual ningún credo, dogma, declaración de fe; las escrituras son nuestra máxima autoridad, donde ellas hablan, hablamos; donde ellas callan, callamos; rogando siempre a Dios que nunca se aparten de nosotros sus palabras, que podamos llevarlas escritas por Dios Espíritu Santo en un corazón sensible de carne; el cielo la tierra pasará, más la palabra de Dios no pasará, permanecerá para siempre, cuando un pueblo permanece en la palabra halla gracia y buena opinión a los ojos de Dios, nosotros, como pueblo tenemos una prioridad, hacer, honrar la palabra de Dios.

Acopiamos esto entre las aclaraciones del bautismo, porque sabemos que se bautiza de muchas formas o maneras, con ciertas liturgias, ceremonias, credos, apelando a corrientes teológicas, trayendo enseñanzas de aquí y de allá más que nada infatuadas, afectadas por el conocimiento humano, etc., etc., por lo cual, nosotros bautizamos por inmersión (sumersión) en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, no reconociendo ningún otro bautismo que este que está bien claro y sencillo en las escrituras, simplemente necesitamos obedecer lo establecido por Dios.